El autoexamen vaginal

 

 

 ¿Cuántas veces has escuchado sobre la importancia de hacerte el autoexamen del seno? Claro,  montones de veces. Ahora te pregunto ¿has considerado de igual importancia hacerte el autoexamen vaginal? Sí leíste bien, el autoexamen vaginal.

Fíjate, cuando te rasuras es muy probable que tomes el tiempo y tengas el cuidado de observar la vulva. Es la parte exterior de tu genitalia con la cual interactúas procurando que refleje lo que tú deseas. En esos momentos si tienes buenos ojos para identificar lo que no es común puedes trabajarlo de inmediato con tu médico(a). Hay quienes no se rasuran o simplemente eliminan cierta cantidad pero tienen por costumbre hacerse un chequeo de la parte exterior.

Hoy te invito a que amplíes tu cuidado. Necesitas un equipo básico para realizarlo en la quietud del lugar donde decidas llevarlo a cabo.  Basta con un espejo de mano, una linterna o lámpara, lubricante con base de agua y el espéculo desechable. Recuerda que el espéculo es única y exclusivamente para tu uso. Al ser tuyo puedes usarlo varias veces. Requiere ser lavado y secado. Lo mantienes dentro de una bolsa de plástico con cierre procurando que no se golpee.

El examen puedes realizarlo  a solas o ante la presencia de tu pareja siempre recordando que es tu proceso. Es parte de lo que es aceptarte, de quien eres a medida que te conoces más. De igual manera podrás detectar anomalías que pudieran anticipar alguna condición.

El autoexamen vaginal no debe sustituir tu examen pélvico regular. Tampoco sustituye el Papanicolaou. Todo lo que observes debes informarlo al especialista que te atiende. Es información sumamente importante y valiosa de la cual necesita tener conocimiento.