Hace aproximadamente un año comencé a darle espacio a una idea para trabajarla con las parejas a quienes les brindaba servicios. El concepto estuvo en mi cabeza como el buche de la vaca. Ya deben imaginárselo, rumiando. El pensamiento lo llevé a la acción lo cual hizo que tocara una puerta segura de que me apoyaría en ese proyecto.
Casi siempre tocamos las puertas de las personas que son igual o más aventureras que uno para no recibir desengaños. Bueno… pues toqué y acerté. Nos conocemos desde los 11 años. Mi muy querido amigo pianista aceptó ser parte de la aventura. Sabía que no me fallaría.
Intimidad en silencio le puse como título al taller. La experiencia de comunicarse en un silencio sonoro rompió con las expectativas del grupo. Yo estaba segura que los ejercicios iban a tener su impacto. Lo que me sorprendió fue la cantidad de parejas impactadas. Al día siguiente se me acercaron las parejas para compartir lo diferente que había sido la noche, una vez se retiraron a sus habitaciones y se encontraron a solas. A solas en silencio, sintiendo la vibración de aquellos acordes corporales.
Lo que escribo es para que pienses sobre la importancia del silencio en tí, el silencio con tu pareja. Una operación o tratamiento en la garganta va a afectar la expresión verbal. Esa melodía única con sus tonos, las modulaciones, el fraseo y los matices ya no se escucharán igual. Entonces es momento de sintonizarte con tu cuerpo. Poco a poco es necesario sincronizarlo con el de tu pareja.
Escucha tu respiración. Escucha la respiración de tu pareja. Es cuestión de escuchar, nada más que escuchar. Date la oportunidad para acostumbrarte a un nuevo silencio. Es una nueva línea melódica. Date la oportunidad de mirar y de mirarte. No hay prisa, se está en calma. “La calma está colmada de amor, de ternura, de respeto. Es como una cubierta que nos envuelve. Nos sentimos aceptados. Todo puede ser. Nadie nos juzga. En el silencio palpamos el misterio del ser. Participamos del ser. Simplemente somos. Somos uno, uno con todo”(Grun, 2010).
Si una de las partes considera necesario explorar los detalles de lo que se puede hacer en ese recorrido, cómo hacerlo y dónde hacerlo busque ayuda. Usted y su pareja merecen sumergirse en un profundo grito silencioso.
La cita fue tomada del libro La verdadera felicidad: silencio y paz interior; Anselm Grun
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